Los relieves góticos del Pórtico
del Sarmental de la Catedral de Burgos despliegan una multifacética
función que trasciende lo puramente ornamental, actuando como un poderoso
medio de comunicación y afirmación en el contexto del siglo XIII.
Podemos distinguir al menos tres funciones claras en esta obra:
1. Función
Didáctico-Catequética: La Biblia en Piedra
Narrativa visual para el
pueblo: En una época donde la alfabetización era limitada, el pórtico
se erige, siguiendo la tradición románica anterior, como un catecismo
pétreo o “libro de piedra”. El tímpano, con la representación de
Cristo Pantocrátor rodeado por los evangelistas, y las arquivoltas, En las
arquivoltas se representan ángeles y serafines
portando cirios adorando al creador en la primera arquivolta, y en el
resto, los 24 ancianos con instrumentos musicales. Los apóstoles, en el
dintel, serían ejemplos de fe y virtud a seguir por los
fieles, actuando como intermediarios y protectores.
El mayor naturalismo y
expresividad de las figuras con respecto a la escultura románica,
buscaban transmitir emociones y sentimientos a través de los rostros y las
actitudes de las figuras. Se puede ver la nueva mentalidad una religiosidad más
amable , más natural frente a las escenas románicas que provocaban el miedo
ante la ira al castigo divino. En esta portada vemos a los apóstoles dialogando.
2. Función
Teológico-Litúrgica: Umbral de lo Sagrado
Pero estas imágenes no sólo
buscaban instruir a los fieles sobre la figura de Cristo como
juez y redentor, sino también inspirar reverencia y devoción al
ingresar al espacio sagrado. El pórtico marcaba la frontera entre el
mundo secular y el espacio sagrado de la catedral. Atravesarlo
implicaba una purificación simbólica y una preparación para el encuentro con lo
divino. Las escenas esculpidas probablemente se vinculaban con las
lecturas y las celebraciones litúrgicas, reforzando el mensaje transmitido
durante los servicios religiosos y facilitando la comprensión de los misterios
de la fe.
3. Función de Afirmación del
Poder eclesiástico y Prestigio:
La puerta está dividida por un parteluz en el que aparece una estatua con mitra y báculo. Representa a un obispo, cuya identificación es todavía discutida. Tradicionalmente se ha identificado con el Obispo Mauricio, al que debemos el inicio de las obras de la Catedral de Burgos en 1221. También se ha propuesto que podría tratarse de San Indalecio, uno de los "Siete Varones Apostólicos" y al que se atribuye la fundación de la diócesis de Oca, de la que es heredera la de Burgos. Podría representar, sin más, la idea general del obispo como representante de Cristo en la Tierra. La monumentalidad, la riqueza de la
escultura y la calidad artística del pórtico eran una clara
demostración del poder económico y la influencia de la Iglesia de Burgos.
Era una inversión que reflejaba su capacidad para atraer a los mejores artistas
y financiar obras de gran envergadura. La singularidad del estilo del taller
del Sarmental contribuyó a la creación de una identidad artística local,
mostrando el mecenazgo de la iglesia y el florecimiento de las artes en la
región.
En conclusión, el Pórtico del
Sarmental no es un mero adorno arquitectónico, sino un instrumento
complejo y sofisticado que cumplía funciones esenciales en la sociedad
medieval. Era un medio de instrucción religiosa para un público
mayoritariamente analfabeto, una afirmación teológica y un umbral
simbólico hacia lo sagrado, y una poderosa declaración del poder y
el prestigio de la Iglesia de Burgos. Su análisis revela la profunda
imbricación entre el arte, la religión y el poder en la Edad Media.
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